Palencia (España). 11 de agosto de 2016.
Tras la primera parte de nuestro viaje a lo largo del sur de Francia, desde Séte, en la costa del mar Mediterráneo, hasta Hendaya, en la costa el mar Cantábrico, objetivo principal de esta aventura, en la que rodamos el quinto capítulo de nuestra serie sobre cicloviajes en Europa, pasamos la noche del domingo 8 de agosto en el albergue de peregrinos de Irun, donde conocimos otros cicloviajeros como Fulvio de Bérgamo (Italia), Iván de Cortés (Navarra/España), o Andreu y Manu de Barcelona (Cataluña/España), antes de comenzar la segunda parte del viaje, nuestra travesía a lo largo del Camino Vasco del Interior y el Camino Francés hacia Santiago de Compostela, propósito por el que nos darían la enhorabuena los hospitaleros del albergue, al ser junto a una chica brasileña a pié, los únicos 3 peregrinos, de un total de 32, que nos íbamos a aventurar por ese camino.
A la mañana siguiente, el lunes 9 de agosto, pasamos por una oficina de correos y enviámos todos nuestros enseres de acampada en un paquete a casa para aligerar peso innecesario en esta parte del viaje.
Con la nueva configuración de nuestra carga salimos de Irún rumbo a Tolosa, siguendo las flechas amarillas y los monolitos de madera del Camino Vasco de interior. Se trata de un camino duro en el que las fuertes rampas se suceden una tras otra a través del monte, por terrenos de firme complicado, sobre todo en la primera etapa y a lo largo del resto de la provincia de Guipúzcoa, por excelencia muy montañosa, y que por desgracia cambiaría el destino de esta aventura. En una de las primeras rampas de la etapa, María tuvo que poner el pie en el suelo, y con la carga de la bicicleta el pie se le resintió. Tras unos momentos de duda seguimos a pie un rato. Momento en el que nos encontramos a Txomin.
Txomin es otro cicloviajero, que se encontraba trabajando aquella mañana y que al vernos caminando decidió ayudarnos. Nos comentó que el trazado fiel del Camino Vasco del interior era muy exigente y muy complicado en bicicleta, y que él siendo de la zona no se lo plantearía. Nos recomendó una alternativa distinta y muy interesante, para conectar con el Camino Francés y que él había realizado en otras ocasiones: llegar a Astigarraga desde Irun por carretera, una vez allí, retomar el Camino Vasco del interior hasta Andoain, localidad donde empieza la Via Verde de Plazaola, la cual habríamos de seguir hasta la localidad de Lekunberri, ya en Navarra, y desde ésta, llegar hasta Pamplona por la antigua carretera NA-1300.
Y en ello estábamos cuando el tobillo de María comenzó a hincharse y a doler. Son esos momentos de un viaje en los que has de plantearte muchas posibilidades y en los que has de tomar decisiones difíciles de asimilar. No podíamos continuar por momentos. Tras analizar la situación y el calendario, decidimos tratar la lesión con geles y cremas, y decidimos esperar. Ese día no podíamos pedalear y probablemente tampoco al día siguiente.
Con todo ello tomamos la decisión, de reducir la segunda parte del viaje y comenzar en Burgos, a la espera de la soñada mejoría. Nos trasladamos de nuevo cargados de ilusión a Burgos, y haciendo de tripas corazón, al día siguiente realizaríamos nuestra primera etapa por el Camino Francés, la decimocuarta del viaje, entre Burgos y Frómista.
Ya en el Camino Francés, tras salir de Burgos y pese a su lesión, María intentaba pedalear, como siempre, con su sonrisa de cicloviajera romántica.
Se trata de un tramo rompepiernas en su primera parte, a lo largo de un paisaje ondulado, por caminos de firme pedregoso, en el que se atraviesan enclaves como las ruinas del Convento de San Antón o la localidad de Castrojeriz, punto a partir del que se afronta una de las subidas complicadas que esconde el Camino Francés por estas tierras. Subida que puede aliviarse tomando una alternativa por carreteras poco transitadas para pasar a una segunda parte de la etapa, que nos adentra en la provincia de Palencia, tras cruzar el rio Pisuerga, y que junto al Canal de Castilla nos lleva a Frómista.
Castrojeriz.
Rio Pisuerga, entrada en la provincia de Palencia.
Canal de Castilla, a la altura de Frómista:
La etapa discurre por una zona ventosa repleta de parque eólicos en la que el viento puede complicar el pedaleo y el equilibrio sobre nuestras bicicletas hasta límites insospechados. Nos tocó un fuerte viento del nordeste de unos 32 km/h que nos ayudó en algunos tramos y que nos golpeó lateralmente en otros, no obstante, lo conseguimos.
A la altura de Castrojeriz pinchó Beni, varias veces…la explicación, un artilugio pequeño que lleva a sospechar de que alguien busca el pinchazo intencionado de las bicicletas de los peregrinos al paso por la zona:
Tras pasar la noche en un albergue de Frómista, al día siguiente nos disponíamos a continuar hasta Sahagún, ya en la provincia de León. Sin embargo, las sensaciones de María con respecto a su tobillo no eran nada buenas, pues sufría al pedalear y ni una tobillera de compresión, ni crema alguna podía hacer nada. Acabábamos de pedalear apenas un kilómetro y no podíamos seguir. Y entonces vivímos uno de esos momentos terribles en el que el coraje del ciclista te empuja siempre a querer seguir, aunque no se pueda. Tal vez el momento más duro de todos nuestros viajes, pues era la primera vez que una lesión nos impedía seguir.
Con todo ello, decidimos trasladarnos en tren a Palencia y tras pasar un día de descanso en la ciudad, al ver que no podíamos continuar, definitivamente tomamos la difícil decisión de regresar a casa.
Queda en el recuerdo la experiencia completa de un bonito cicloviaje a lo largo del sur de Francia, desde el mar Mediterráneo hasta el mar Cantábrico, y un tramo del Camino Francés a lo largo de las provincias de Burgos y Palencia; y queda pendiente en el futuro volver al camino para terminar lo que una lesión inesperada nos ha impedido…así como otros cientos de miles de pedaladas por el mundo.
Queremos dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado en este viaje, a nuestros amigos y familiares que nos han echado de menos en la distancia, y a todo el equipo de labicicleta.net por su apoyo.
¡Muchas gracias por habernos seguido en este viaje!
Abrazos.
Beni y María.
Enhorabuena por lo que habéis hecho, los caminos seguirán allí para que los pedaleéis. Sois muy grandes.
Nos encontramos y charlamos en el Canal su Midi.
Saludos de Pilar y Javier.
Os dejo un enlace de la primera etapa que hemos colgado en youtube, también está ls etapa 0 de traslado y las siguientes que seguro os harán revivir la ruta.
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Bonita aventura. Una pena el pie de mi Mary, no pasa nada…el proximo a;o mas.
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