Moissac (Francia). Sábado 30 de julio de 2016.
Comenzamos esta mañana en Toulouse la ruta cicloturista a lo largo del Canal lateral del Garona.
Siguiendo el Canal du Midi, llegamos a su inicio, donde confluye con el inicio de otros dos canales, el Canal de Brienne a un lado y el Canal lateral del Garona al otro. Tardamos en abandonar el extraradio de la ciudad a lo largo de una zona industrial para adentrarnos en un paisaje donde predominan los campos de regadío. Maizales sobre todo y campos de girasoles asoman tras los árboles que acompañan ambas orillas del canal kilómetros y kilómetros.
A diferencia del Canal du Midi, se trata en esta ocasión de un itinerario diseñado a través de pistas ciclables asfaltadas que discurren en paralelo al canal, que en esta ocasión contiene una gran cantidad de inmensas rectas que aumentan la monotonía del paisaje. Atrás quedaron los típicos meandros, curvas, y tránsitos silvestres del Canal du Midi. Sin embargo pedalear por este canal es mucho más sencillo y sobre todo dinámico, las velocidades al pedalear se duplican y no hay posibilidades de pérdidas ya que la señalización es abundante. Además, cada vez que el canal pasa cerca de una localidad existen señales que lo indican, por si queremos visitarlas para hacer un alto en el camino. Ya no hay embarcaciones turísticas y las esclusas implican pequeños descensos que te lanzan en la siguiente recta.
Al fin, el viento disminuyó en esta etapa, y pudimos rodar tan fácilmente, que en media mañana habiámos hecho gran parte de la etapa. Encontramos en esta ruta por primera vez, merenderos y servicios para los ciclistas en algunas localidades a los pies del canal.
Tras una parada en el puerto de Montech para comer y descansar, tras el calor pegajoso típico de las zonas de regadío tras el mediodía, visitamos su famosa pendiente de agua, un tramo inclinado con agua, paralelo al canal, donde los barcos de cierta envergadura remontan el canal gracias a un puente grua automatizado, salvando 5 esclusas y un desnivel de 30 metros.
Seguimos por la tarde hasta Moissac, final de etapa, pasando por Castelsarrasin, con uno de los puertos más grandes del canal, y llegamos al punto más espectacular del día, el puente-canal sobre el rio Tarn, un cruce de aguas impresionante, antes de llegar a Moissac.
Ya en Moissac, bonita ciudad importante por su abadía y el puente de Napoleón sobre el rio Tarn acampamos y obtuvimos el primer sello de nuestra credencial de peregrino, pues es localidad de tránsito del Camino de Santiago, en la Vía Podiense.
Tras una noche de tormentas de verano y agua a raudales, el cielo se despeja entre nubes aun remanentes para afrontar una nueva etapa, segunda en este canal y sexta del itinerario, en dirección al Atlántico.
¡Muchas gracias por seguirnos!
Abrazos,
Beni y María.