Camino de Santiago 2017; Etapa 6: Santa Croya de Tera – Lubián (95 km)

Comienza la alta montaña. La sexta etapa transcurrió por la provincia de Zamora y nos dejó a las puertas de Galicia, en la que entraremos hoy tras superar el Alto de A Canda.

Comenzamos recorriendo el valle junto al rio Tera, rodeados de arboledas y maizales y poco a poco iba apareciendo otro tipo de vegetación a medida que se incrementaba la arboleda, como zarzas y helechos.

Tras desayunar en Calzadilla de Tera dejaríamos el rio y sus canales de regadio para comenzar a subir en una etapa siempre con terreno ascendente hasta llegar a Monbuey, donde pararíamos a comer. En esa zona de nuevo aparecerían encinas y jarales, muy característicos del clima mediterraneo.

A lo largo de la tarde llegaríamos a uno de los pueblos más bonitos de España, Puebla de Sanabria, en un alto, desde el cual se podían divisar al fondo las montañas que nos esperaban al final del día.

Tras Requejo, comenzamos la subida del Padornelo (1325 m), una de las subidas más famosas del Camino Mozárabe pues su coronación es el punto más alto del mismo desde Sevilla hasta Santiago.

Coronamos el Padornelo y disfrutamos de una bajada con vistas impresionantes y alguna que otra pequeña subida hasta llegar a Lubián, donde hicimos noche en el albergue municipal (3 €).

A lo largo de hoy, hemos entrado ya en la provincia de Orense, Galicia, con la constante amenaza de la lluvia detrás que, finalmente nos ha cogido y nos ha obligado a parar en Campobecerro, desde donde estoy escribiendo…. vamos a aprovechar para comer que queda mucha montaña por delante si el tiempo lo permite, seguimos en el camino… ¡un abrazo grande a todos!

Camino de Santiago 2017; Etapas 3, 4 y 5: Aldeanueva del Camino – Salamanca (95 km); Salamanca – Zamora (65 km); Zamora – Santa Croya de Tera (92 km)

Tres etapas más tarde seguimos con la crónica del camino tras un paréntesis debido a la falta de tiempo para ello estos dos días …pero a la tercera va la vencida!

La tercera etapa del camino nos ha llevado por lugares espectaculares en sus primeros dos tercios, desde el impresionante tramo muy bien conservado de la calzada romana en Baños de Montemayor, hasta la cima del Pico Dueñas.

Queremos agradeceren Baños de Montemayor la amabilidad de Margarita, que le regaló una tarrina de protector labial a Fernando, que estaba buscando donde comprar una y no encontraba establecimientos abiertos para ello.

Tenemos que destacar el descenso del puerto de Calzada de Bejar, así como la travesía a lo largo del valle que conduce al pueblo homónimo, como uno de los tramos más bonitos del camino.

Tras dejar atras las montañas del norte de Extremadura, entramos en la meseta castellana cruzando amplias dehesas hasta llegar a la bonita y técnica subida al Pico Dueñas, donde se encuentra un espectacular parque eólico cuyos aerogeneradores se encuentran a escasos metros del sendero por el que transita el camino.

A partir de la sierra donde se encuentra situado dicho parque eólico, desaparecerían poco a poco todos los elementos de la dehesa para dejar paso a los extensos campos de cereal y al fondo, la monumental Salamanca.

Aprovechamos para visitar al hermano de Fernando, Juanmi, y a su chica, Marta, que nos acogieron esa noche en su casa. Muchas gracias chic@s.

La cuarta etapa se truncó en sus inicios, tras algo que me sentaría mal en la cena y a la vez, la necesidad de solucionar una avería mecánica en el eje pedalier de mi bicicleta, no pudimos salir de Salamanca hasta las 12 de la mañana.

Tras pasar por la tienda de bicicletas «La cadena», recibimos una gran ayuda por parte de un amable hombre que entro en la tienda, el cual nos escoltó con su moto durante toda la travesía por Salamanca dedde la puerta de la tienda hasta la continuación del camino a la salida de la ciudad.

En esta etapa entre Salamanca y Zamora primaron los campos de cereal y ya en su parte final aparecieron algunas dehesas que alegraban la vista en la árida meseta.

Por la mediodía Sole, de Calzada de Valdunciel nos abrió el albergue para que pudiéramos comer y descansar en el momento más caluroso del día.

Nos quedamos en el albergue municipal de Zamora (la voluntad) donde por fin coincidimos con otros peregrinos en bicicleta (cuatro).

Tras dormir en Zamora, visitamos el centro de la ciudad, donde se encuentra su castillo y su bonita catedral, antes de partir al norte.

La quinta etapa transitaria de nuevo por una zona muy árida de campos de cereal, a lo largo de pistas de tierra con un firme irregular, y sorteando la autovía A66 en multitud de ocasiones. 

Tras pasar por Montamarta nos encontramos con las ruinas de la antigua ciudad de Castrotorafe, sin duda, parada obligatoria en el camino

Contínuamos transitando por la provincia de Zamora donde nos encontramos pueblos pequeños con muy poca vida, al mismo tiempo que en los campos el único movimiento que alcanzaba la vista era el de las cosechadoras surcando los mares de cereal. 

Paramos a tomarnos un refrigerio el El Cubo de la Tierra del Vino, donde disfrutaríamos de la compañía de Vera, una perrita muy salada.

Tras parar a comer en Granja de Moreruela, lugar donde se divide el camino que va a Santiago por Astorga, y por Orense, tomamos el camino sanabrés para adentrarnos en un paisaje totalmente distinto, mucho más arbolado y dejando atrás los campos de cereal, cruzando el impresionante rio Esla, para llegar a la Tierra de Tábara, donde en el parque de uno de sus pueblos, Faramontanos de Tábara, paramos a descansar antes de seguir la ruta.

Finalmente, tras superar la última ascensión de esta etapa rompepiernas a la salidacde Villanueva de las Peras, llegaríamos a las tierras regadas por las aguas del rio Tera, que inunda de campos de regadío la zona, para acabar el día en Santa Croya de Tera.

Pernoctamos en el albergue privado Casa Anita, a unos 12 € la noche, donde pudimos descansar de cara a la etapa del día siguiente. 

Por otra parte María y Esther han completado sus tres primeras etapas entre Sarria y Arzua. Si todo va bien nos encontraremos este fin de semana en Santiago.

Seguimos en camino… ¡un abrazo muy grande a todos!

Camino de Santiago 2017; Etapa 2: Casar de Cáceres – Aldeanueva del Camino (120 km)

Segunda etapa con un recorrido espectacular, en la que nos hemos sumergido en la dehesa extremeña más pintoresca y divertida del camino.

Comenzábamos la etapa reina de las tierras extremeñas bastante más tarde de lo habitual tras recoger por fín nuestros maillots de cicloviajeros de Cien Mil Pedaladas, con un tramo impresionante que nos llevaba al majestuoso embalse de Alcántara, en el que aun se conservan elementos originales de la antigua calzada romana que hacen que nos traslademos muchos años en el tiempo.

Las vistas del embalse en sus inmediaciones son un lujo para la vista a la vez que el trazado se vuelve estrecho y repleto de toboganes llenos de miradores que quitan el hipo.

Posteriormente llegariamos Cañaveral, primera población del día, donde decidimos parar a comer antes de afrontar una enorme subida repleta de pinares, que nos sumergería en un hermoso bosque de alcornoques a la altura de Grimaldo, para llegar a Galisteo a lo largo de un tramo muy técnico y divertido en el que sufrimos nuestra primera avería, un pinchazo.

Galisteo, antigua villa romana, con sus increíbles murallas y su inolvidable puente sobre el rio Jerte, nos daba la bienvenida a una comarca caracterizada por los campos de regadio, en la que cruzamos pueblos como Aldehuela del Jerte y Carcaboso, a partir del cual nos volveríamos a sumergir en los apasionantes laberintos de la dehesa que nos llevaría a la antigua ciudad romana de Cáparra.

Dejando su famoso arco atrás, dejaríamos este impresionante enclave para adentrarnos en el Valle del Ambroz, para llegar finalmente a Aldeanueva del Camino, final de una etapa muy exigente y técnica, con un importante desnivel acumulado, donde los kilómetros caían a cuentagotas, con cientos de vallas que abrir y subidas pequeñas…y no tan pequeñas, siempre en ascensión, en la que invertimos casi doce horas desde la salida hasta la llegada, siempre con el enorme paisaje de las montañas del norte de Extremadura en el horizonte.

Ayer pasamos la noche en el albergue municipal de Casar de Cáceres, genial por cierto, y hoy en el albergue turístico «La casa de mi abuela» de Aldeanueva del Camino. Este domingo dejaremos Extremadura para adentrarnos en la meseta castellana, camino de la bonita ciudad de Salamanca.
Saludos y… ¡un abrazo peregrino enorme para todos! 

Camino de Santiago 2017; Etapa 1: Arroyo de San Serván – Casar de Cáceres (106 km)

Comenzamos hoy una aventura singular, como preludio del nuevo capítulo de la serie «Cien Mil Pedaladas: Pedaleando por Europa» que rodaremos a partir del 26 en Austria, Alemania, Eslovaquia y hungría.

Se trata de un reto relacionado con el triste desenlace de nuestra anterior aventura, con inicio en Séte (Francia) y con final previsto en Santiago (España), la cual tuvimos que abandonar en España por una lesión de María. En esta ocasión surgió una idea algo improvisada que consistía en que María haría la parte gallega del camino a pie con su hermana Esther, y en mi caso (Beni), haría el camino desde Extremadura por la Vía de la Plata y el Camino Sanabrés hasta Santigago, donde me encontraría con María, y con la intención de llegar también a Finisterre posteriormente. Para ello cuento con la compañia de un buen amigo, Fer, que ha elaborado en su pastelería unas deliciosas perrunillas con forma de concha peregrina, para llevárselas a Santiago.

Con dos cámaras deportivas, una en manos de María y Esther, y otra en manos mías y de Fer, aprovecharemos para grabar material para un documental cruzado entre la peregrinación a pie y en bicicleta.

La primera etapa, entre nuestro pueblo y Casar de Caceres ha sido una etapa preciosa repleta de restos romanos, como el patrimonio de Mérida, el embalse romano de Proserpina, los multiples miliarios que se encuentran en el camino, asi como los increíbles puentes que nos han transportado muchos siglos hacia el pasado.

El recorrido ha sido muy variado, primando la dehesa en la primera parte, en la que hemos atravesado pueblos como El carrascalejo, Aljucén, y Alcuéscar, a cuya llegada coronábamos el puerto de las Herrerías, y tras pasar Casas de Don Antonio, y Aldea del Cano entrábamos en los llanos de Cáceres, donde el paisaje arbolado dejaba paso a la estepa. Tras Valdesalor subimos el puerto de las Camellas para llegar a la impresionante Cáceres, donde visitamos a Jesús y a Rafa, nuestros amigos de la tienda de La bicicleta de Cáceres.

Tras reponer fuerzas después de un día de agradables temperaturas pero muy ventoso, siempre con un fuerte viento en contra desde primeras horas de la mañana llegamos a Casar de Cáceres, donde nos encontramos sólo con un peregríno a pie en el albergue, Luis, de Alcalá de Guadaira.

A lo largo de todo el día nos encontramos a solo un peregrino, muy entrañable por cierto, y de Usagre: Miguel Chaparro. Le deseamos mucha suerte y un buen camino, su viaje sin duda es muy especial y emotivo.

Mañana más. Abrazos enormes mios y de Fer. Os contamos.

Diario de viaje: ¡Finalizamos la aventura!

Palencia (España). 11 de agosto de 2016.

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Tras la primera parte de nuestro viaje a lo largo del sur de Francia, desde Séte, en la costa del mar Mediterráneo, hasta Hendaya, en la costa el mar Cantábrico, objetivo principal de esta aventura, en la que rodamos el quinto capítulo de nuestra serie sobre cicloviajes en Europa, pasamos la noche del domingo 8 de agosto en el albergue de peregrinos de Irun, donde conocimos otros cicloviajeros como Fulvio de Bérgamo (Italia), Iván de Cortés (Navarra/España), o Andreu y Manu de Barcelona (Cataluña/España), antes de comenzar la segunda parte del viaje, nuestra travesía a lo largo del Camino Vasco del Interior y el Camino Francés hacia Santiago de Compostela, propósito por el que nos darían la enhorabuena los hospitaleros del albergue, al ser junto a una chica brasileña a pié, los únicos 3 peregrinos, de un total de 32, que nos íbamos a aventurar por ese camino.

A la mañana siguiente, el lunes 9 de agosto, pasamos por una oficina de correos y enviámos todos nuestros enseres de acampada en un paquete a casa para aligerar peso innecesario en esta parte del viaje.

Con la nueva configuración de nuestra carga salimos de Irún rumbo a Tolosa, siguendo las flechas amarillas y los monolitos de madera del Camino Vasco de interior. Se trata de un camino duro en el que las fuertes rampas se suceden una tras otra a través del monte, por terrenos de firme complicado, sobre todo en la primera etapa y a lo largo del resto de la provincia de Guipúzcoa, por excelencia muy montañosa, y que por desgracia cambiaría el destino de esta aventura. En una de las primeras rampas de la etapa, María tuvo que poner el pie en el suelo, y con la carga de la bicicleta el pie se le resintió. Tras unos momentos de duda seguimos a pie un rato. Momento en el que nos encontramos a Txomin.

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Txomin es otro cicloviajero, que se encontraba trabajando aquella mañana y que al vernos caminando decidió ayudarnos. Nos comentó que el trazado fiel del Camino Vasco del interior era muy exigente y muy complicado en bicicleta, y que él siendo de la zona no se lo plantearía. Nos recomendó una alternativa distinta y muy interesante, para conectar con el Camino Francés y que él había realizado en otras ocasiones: llegar a Astigarraga desde Irun por carretera, una vez allí, retomar el Camino Vasco del interior hasta Andoain, localidad donde empieza la Via Verde de Plazaola, la cual habríamos de seguir hasta la localidad de Lekunberri, ya en Navarra, y desde ésta, llegar hasta Pamplona por la antigua carretera NA-1300.

Y en ello estábamos cuando el tobillo de María comenzó a hincharse y a doler. Son esos momentos de un viaje en los que has de plantearte muchas posibilidades y en los que has de tomar decisiones difíciles de asimilar. No podíamos continuar por momentos. Tras analizar la situación y el calendario, decidimos tratar la lesión con geles y cremas, y decidimos esperar. Ese día no podíamos pedalear y probablemente tampoco al día siguiente.

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Con todo ello tomamos la decisión, de reducir la segunda parte del viaje y comenzar en Burgos, a la espera de la soñada mejoría. Nos trasladamos de nuevo cargados de ilusión a Burgos, y haciendo de tripas corazón, al día siguiente realizaríamos nuestra primera etapa por el Camino Francés, la decimocuarta del viaje, entre Burgos y Frómista.

Ya en el Camino Francés, tras salir de Burgos y pese a su lesión, María intentaba pedalear, como siempre, con su sonrisa de cicloviajera romántica.

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Se trata de un tramo rompepiernas en su primera parte, a lo largo de un paisaje ondulado, por caminos de firme pedregoso, en el que se atraviesan enclaves como las ruinas del Convento de San Antón o la localidad de Castrojeriz, punto a partir del que se afronta una de las subidas complicadas que esconde el Camino Francés por estas tierras. Subida que puede aliviarse tomando una alternativa por carreteras poco transitadas para pasar a una segunda parte de la etapa, que nos adentra en la provincia de Palencia, tras cruzar el rio Pisuerga, y que junto al Canal de Castilla nos lleva a Frómista.

Castrojeriz.

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Rio Pisuerga, entrada en la provincia de Palencia.

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Canal de Castilla, a la altura de Frómista:

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La etapa discurre por una zona ventosa repleta de parque eólicos en la que el viento puede complicar el pedaleo y el equilibrio sobre nuestras bicicletas hasta límites insospechados. Nos tocó un fuerte viento del nordeste de unos 32 km/h que nos ayudó en algunos tramos y que nos golpeó lateralmente en otros, no obstante, lo conseguimos.

A la altura de Castrojeriz pinchó Beni, varias veces…la explicación, un artilugio pequeño que lleva a sospechar de que alguien busca el pinchazo intencionado de las bicicletas de los peregrinos al paso por la zona:

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Tras pasar la noche en un albergue de Frómista, al día siguiente nos disponíamos a continuar hasta Sahagún, ya en la provincia de León. Sin embargo, las sensaciones de María con respecto a su tobillo no eran nada buenas, pues sufría al pedalear y ni una tobillera de compresión, ni crema alguna podía hacer nada. Acabábamos de pedalear apenas un kilómetro y no podíamos seguir. Y entonces vivímos uno de esos momentos terribles en el que el coraje del ciclista te empuja siempre a querer seguir, aunque no se pueda. Tal vez el momento más duro de todos nuestros viajes, pues era la primera vez que una lesión nos impedía seguir.

Con todo ello, decidimos trasladarnos en tren a Palencia y tras pasar un día de descanso en la ciudad, al ver que no podíamos continuar, definitivamente tomamos la difícil decisión de regresar a casa.

Queda en el recuerdo la experiencia completa de un bonito cicloviaje a lo largo del sur de Francia, desde el mar Mediterráneo hasta el mar Cantábrico, y un tramo del Camino Francés a lo largo de las provincias de Burgos y Palencia; y queda pendiente en el futuro volver al camino para terminar lo que una lesión inesperada nos ha impedido…así como otros cientos de miles de pedaladas por el mundo.

Queremos dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado en este viaje, a nuestros amigos y familiares que nos han echado de menos en la distancia, y a todo el equipo de labicicleta.net por su apoyo.

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¡Muchas gracias por habernos seguido en este viaje!

Abrazos.
Beni y María.

Diario de viaje: Biarritz – Irun

Irun (España). Lunes 8 de agosto.

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Tras doce etapas en Francia, el domingo 7 de agosto afrontábamos la decimotercera y última etapa del periplo francés para llegar a Irún. Serían alrededor de unos 35 kms hasta el puente de Santiago, sobre el rio Bidasoa, que hace de frontera entre Francia y España en esa zona.

Seguimos las indicaciones de la guía ante las escasas señales de la Velodyssee, para salir de Biarritz en dirección al sur, a lo largo de la costa. Lo que ya sabíamos es que sería un tramo por carreteras prácticamente en su totalidad. Lo que no esperábamos, es que albergarían un tráfico bestial esa mañana (tal vez por ser domingo y en periodo estival) y que el tipo de carreteras sería el de carreteras sin arcén.

Tras pedalear durante toda la mañana a lo largo de un exigente recorrido, tanto psicológicamente como físicamente, llegamos a Hendaya donde pondríamos fin a la última etapa de nuestra aventura en Francia, en la que en lugar de disfrutar sobre nuestras bicicletas pasamos realmente miedo con el incesante pasar de vehículos a nuestro lado.

La Velodyssee es una ruta cicloturista señalizada a lo largo de la costa atlántica, desde el norte de Francia, hasta el sur, en la frontera con España, no obstante ante la ausencia de pistas ciclables o carriles bici a partir de Bayona, la mayoría de los ciclistas empiezan o terminan en Bayona la ruta. Entre Bayona y Hendaya prácticamente no hay ruta apartada del tráfico, y las carreteras son muy concurridas y peligrosas ante los continuos y elevados cambios de rasante que presenta, por lo que es recomendable no contemplar este pequeño tramo incluído en el extremo del itinerario cicloturista.

Cada itinerario recorrido a lo largo de este viaje por el sur de Francia ha tenido sus particularidades. El Canal du Midi resulta más romántico y complicado que el Canal del Garona. La travesía desde el final del Canal del Garona, hasta la Velodyssee ha sido la parte más interesante del viaje. La Velodyssee desde Arcachon a Hendaya ha tenido tramos inolvidables a lo largo del oeste de Las Landas que compensan la cantidad de tránsitos urbanos y los tramos por carril bici junto a diversas carreteras.

Como último consejo, nos queda la sensación de que hemos realizado este itinerario en un número insuficiente de días (13) para disfrutar de los pueblos, ciudades y comarcas por los que transcurre, con más tranquilidad (ideal, de 15 a 21).

¡Muchas gracias por seguirnos!

Abrazos.
Beni y María.

Diario de viaje: Capbreton – Biarritz

Biarritz (Francia). Sábado 6 de agosto de 2016.

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Primera etapa por la Côte Basque, y duodécima etapa del viaje. Corta pero complicada en su parte final, debido a que tuvimos que cruzar Biarritz en la ausencia total de carriles bici.

Comenzábamos aun entre los paisajes típicos de Las Landas, donde pedalear fue todo un placer, para posteriormente adentrarnos en el entramado urbano de Bayonne.

Llegando a Bayonne conocimos a una familia cicloviajera de Madrid, Pablo, Lorea y su hijo Jaime, con quienes compartimos una agradable charla mientras nos adentrábamos en la ciudad.

Con un centro espectacular,  Bayonna nos acogió durante unas horas en la que hicimos turismo de a pie junto a nuestras bicicletas, antes de partir a Biarritz.

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El recorrido por la costa aquí nos dejó unas vistas impresionantes de las playas de Biarritz, del conocido faro y de la costa cantábrica así como de las montañas del País Vasco.

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Atravesar Biarritz resultó algo caótico debido a que aquí la Velodyssee deja de transitar por carriles bici (o pequeñas carreteras secundarias) que en esta zona son escasos o prácticamente no existen.

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Mañana nos separan 30 kms de la frontera entre Hendaya e Irún, ambas separadas por el puente de Santiago, el cual nos dará la bienvenida a España y al Camino Vasco del Interior o Vía Bayona.

Las fotografías (con nuestro smartphone) de hoy son un homenaje a nuestras bicicletas justo antes de acabar la travesía francesa de nuestra aventura.

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¡Muchas gracias por seguirnos!

Abrazos.
Beni y María.

Diario de viaje: Saint-Julien-en-Born – Capbreton

Capbreton (Francia). Viernes 5 de agosto de 2016.

Cuarta y última etapa a través de Las Landas (undécima del viaje), con 3 paisajes diferentes.

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El primero de ellos, entre Saint-Julien-en-Born y Léon, nos muestra la profundidad de los típicos bosques de la zona, entre pinos y helechos, sobre un manto de arena en un terreno ondulado por el que transcurre una pista ciclable para recordar.

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La señalización de la Velodyssee en esta zona es muy buena, coincidiendo aquí con señales del camino de Santiago del litoral.

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Si embargo, en las ciudades la señalización es muy escasa o brilla por su ausencia, por lo que en entornos urbanos tendremos que estar muy atentos a nuestros mapas o GPS.

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En el lago-estanque de Léon encontramos un lugar ideal con merenderos donde detener el tiempo, para comer contemplando sus aguas y las embarcaciones deportivas que sobre el navegan.

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El segundo tramo, que nace en Léon y se prolonga hasta Soustons, es un impresionante carril bici junto a pequeños pueblos y partes de bosque, con enormes rectas, por el que transitan cientos de ciclistas y patinadores de todos los tipos y edades, y que te envuelve en un clima idílico que te hace olvidar el tráfico a motor de las carreteras y ciudades.

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El tercer y último tramo de esta etapa, transcurre por carril bici junto a carreteras transitadas que llevan a la turística ciudad de Capbreton, la cual posee varios kilómetros de playa.

Como viene siendo habitual en la zona, los campings son muy caros y suelen estar completos, por lo que para encontrar alojamiento en alguno de ellos se han de visitar varios. Es aconsejable, para aquellos que no transitan por la zona en un viaje largo, que los omitan y busquen otro tipo de alojamientos con antelación.

A partir de aquí dejaremos «la côte landaise» para entrar en «la côte basque», y conocer ciudades como Bayonne, Biarritz o St-Jean-de-Luz.

¡Muchas gracias por seguirnos!

Abrazos,
Beni y María.

Diario de viaje: Biscarrosse – Saint-Julien-en-Born

Saint-Julien-en-Born (Francia). Jueves 4 de agosto de 2016.

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Tercera etapa en Las Landas (décima etapa del viaje) y vuelta a la profundidad de los bosques en el primer día lluvioso de esta aventura.

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Salimos de la turística (por el entorno) Biscarrosse, situada entre lagos y a la cual llaman capital de la hidroaviación, tras desayunar un café y un chocolate con repostería típica de la zona, hacia Parentis-en-Born por un carril bici junto a una carretera.

Así llegariamos la localidad de Parentis-en-Born, donde nos encontramos al paso de la ruta con una superficie comercial donde comprar provisiones, y tambien por carril bici llegaríamos a Gastes, en cuyas bonitas playas (en el lago de Biscarrosse y de Parentis) tuvimos que parar junto a muchos otros cicloturistas en un momento en el que apretaba la lluvia, el cual aprovechamos para comer.

A partir de Gastes, la Velodyssee transcurre bordeando el lago de Biscarrosse y Parentis entre bosques para volver a convertirse en carril bici junto a la carretera pasando las localidades de Sainte-Eulalie-en-Born y Mimizan, rodeando un extenso área militar.

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Tras Mimizan llegó el tramo mas bonito de la etapa, que nos llevó  Contis-Les-Bains bordeando la costa, por el interior, entre pinos, helechos y plantas de lavanda.

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Con los campings completos en una zona que es muy turística, tuvimos que alejarnos de la playa unos 5 kms para pasar la noche en un camping de Saint-Julien-en-Born, donde dormiríamos sumergidos en la profundidad de Las Landas.

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¡Muchas gracias por seguirnos!

Abrazos,
Beni y María.

Diario de viaje: Mios – Biscarrosse

Biscarrosse (Francia). Miércoles 3 de agosto.

Novena etapa del viaje, y segunda en Las Landas, la cual fue muy distinta de la primera a lo largo de este singular parque natural.

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Tardamos muchísimo en dejar atrás la larga travesía urbana a través de Biganos, Le Teich, Gujan-Mestras y La Teste-de-Buch. Las zonas industriales se alternaban con las de viviendas y el tráfico aumentaba cada vez más al tiempo que tratábamos de salir de la zona para dirigirnos al suroeste y adentrarnos de nuevo en el parque. La señalización de la Velodyssee (que es parte de la Eurovelo 1) escasea en ciertos puntos, y el mapa de la guía que encontramos es a muy pequeña escala y poco detallado, por lo que es muy fácil perderse en esta travesía si no recurrimos a alguna aplicación de GPS.

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Ya en el parque, el itinerario transcurre en muchas partes junto a una carretera repleta de coches atascados para poder acceder a la impresionante duna de Pilat y a las playas colindantes. La duna es una inmensa pared de arena que separa el bosque del Atlántico en la que se observan como hormigas cientos de personas tratando de escalarla para contemplar las inigualables vistas al océano.

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Tras comer junto a ellas, continuamos nuestra etapa hacia el sur en lo que sería un continuo sube y baja hasta la playa de Biscarrosse. A partir de aquí, el itinerario nos había reservado una travesía a lo largo de un conjunto de montes bastante elevados con rampas superiores al 10%, durante varios kilómetros, para llegar al Lago-estanque de Cazaux y de Sanguinet.

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Finalmente llegamos a Biscarrosse, bonito pueblo entre lagos, para terminar una etapa inmersa en el turismo de la zona, cuyas vistas han sido muy parecidas a las que se ven tras la ventanilla de un coche, mucho menos relajante y disfrutable que la primera jornada a lo largo de Las Landas entre Bazas y Mios, donde tuvimos la sensación de perdernos en un paraíso natural.

¡Muchas gracias por seguirnos!

Abrazos,
Beni y María.