Camino de Santiago 2017; Etapa 1: Arroyo de San Serván – Casar de Cáceres (106 km)

Comenzamos hoy una aventura singular, como preludio del nuevo capítulo de la serie «Cien Mil Pedaladas: Pedaleando por Europa» que rodaremos a partir del 26 en Austria, Alemania, Eslovaquia y hungría.

Se trata de un reto relacionado con el triste desenlace de nuestra anterior aventura, con inicio en Séte (Francia) y con final previsto en Santiago (España), la cual tuvimos que abandonar en España por una lesión de María. En esta ocasión surgió una idea algo improvisada que consistía en que María haría la parte gallega del camino a pie con su hermana Esther, y en mi caso (Beni), haría el camino desde Extremadura por la Vía de la Plata y el Camino Sanabrés hasta Santigago, donde me encontraría con María, y con la intención de llegar también a Finisterre posteriormente. Para ello cuento con la compañia de un buen amigo, Fer, que ha elaborado en su pastelería unas deliciosas perrunillas con forma de concha peregrina, para llevárselas a Santiago.

Con dos cámaras deportivas, una en manos de María y Esther, y otra en manos mías y de Fer, aprovecharemos para grabar material para un documental cruzado entre la peregrinación a pie y en bicicleta.

La primera etapa, entre nuestro pueblo y Casar de Caceres ha sido una etapa preciosa repleta de restos romanos, como el patrimonio de Mérida, el embalse romano de Proserpina, los multiples miliarios que se encuentran en el camino, asi como los increíbles puentes que nos han transportado muchos siglos hacia el pasado.

El recorrido ha sido muy variado, primando la dehesa en la primera parte, en la que hemos atravesado pueblos como El carrascalejo, Aljucén, y Alcuéscar, a cuya llegada coronábamos el puerto de las Herrerías, y tras pasar Casas de Don Antonio, y Aldea del Cano entrábamos en los llanos de Cáceres, donde el paisaje arbolado dejaba paso a la estepa. Tras Valdesalor subimos el puerto de las Camellas para llegar a la impresionante Cáceres, donde visitamos a Jesús y a Rafa, nuestros amigos de la tienda de La bicicleta de Cáceres.

Tras reponer fuerzas después de un día de agradables temperaturas pero muy ventoso, siempre con un fuerte viento en contra desde primeras horas de la mañana llegamos a Casar de Cáceres, donde nos encontramos sólo con un peregríno a pie en el albergue, Luis, de Alcalá de Guadaira.

A lo largo de todo el día nos encontramos a solo un peregrino, muy entrañable por cierto, y de Usagre: Miguel Chaparro. Le deseamos mucha suerte y un buen camino, su viaje sin duda es muy especial y emotivo.

Mañana más. Abrazos enormes mios y de Fer. Os contamos.

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