Todo sobre como viajar en bici a lo largo de Europa. Consejos, información y reportajes escritos (blog) y en video (serie) de una pareja de cicloviajeros.
Ésta semana hemos estado Viajando despacio, con Chus Blázquez, para hablar de Cien Mil Pedaladas, podéis escuchar el programa en el siguiente enlace (reproductor):
Viajando despacio es un programa de radio realizado por Chus Blázquez, director de Rutas Pangea que se emite semanalmente en Radio viajera. Viajando despacio es una ventana al mundo de los viajes en bicicleta y el cicloturismo, que podéis encontrar en Ivoox o Spotify.
Rutas Pangea lo conforman un grupo de especialistas en viajes en bicicleta, que llevan organizando vacaciones y ofreciendo turismo en bicicleta por España y Europa cada año desde 1993, especialmente por la Península Ibérica, aunque también han dado muchos pedales por buena parte del mundo: Marruecos, Mali, Túnez, India, Canadá, Alemania, Austria, Eslovenia, Eslovaquia, Hungría, Chequía, Italia, Francia y Holanda.
Como a nosotros les encanta viajar en bici, conocer nuevos lugares, su naturaleza, cultura, gastronomía y lo más importante las personas que se encuentran en la ruta.
Pasar un ratito con ellos ha sido un placer y esperamos repetir pronto contándoles nuestra primera aventura con Gabriel.
La vida es el momento, aunque estemos hechos de millones de ellos. ¡Tras un paréntesis de unos meses estamos de vuelta! …y es que el alma del cicloviajero permanece de por vida, el espíritu de la aventura no deja nunca de rugir en nuestras entrañas pase el tiempo que pase.
En primavera a través de las redes sociales os comunicamos que haríamos un parón por motivos laborales durante un periodo de dos o tres meses. Cuando todo pasó y nos preparábamos para una nueva y apasionante aventura en bicicleta entre Bremen (Alemania) y Mont Saint Michel (Francia), uniendo la música con la mística en un divertido cicloviaje a lo largo de Alemania, Bélgica y Francia, un viaje mucho más increíble se nos presentaría ante nuestros ojos, un viaje que nos cambiaría la vida: íbamos a ser padres.
Que un nuevo cicloviajero viniese en camino, nos proporcionó una de las sensaciones de felicidad más inmensas de nuestra vida. Todo quedaba a un lado. No podríamos embarcarnos por las circunstancias en las que nos encontrábamos, en la séptima cicloaventura en pareja a lo largo de Europa que estábamos planeando, ya que montar en bicicleta durante el embarazo es muy arriesgado (de cara a un posible sobre esfuerzo, golpe o caída), sin embargo, comenzábamos una nueva y emocionante etapa en nuestras vidas que nos llenó de una ilusión inmensa, y sobre todo de muchísimas ganas de preparar nuestro primer cicloviaje en familia.
En nuestro alrededor continuamente oímos afirmaciones del tipo «se os acabaron las aventuras en bicicleta», «olvidaos de viajar como lo hacéis», «adiós a las bicicletas», como si se tuviera la verdad absoluta sobre la vida de las personas, de lo que va a ocurrir, de lo que vamos a hacer…pero lo que no se conoce es el alma bohemia que encierra la forma de ser de quien viaja en bicicleta, atravesando comarcas desconocidas, en contacto con las gentes de los pequeños pueblos y aldeas, o de las más grandes ciudades, atravesando montañas, llanuras, tierras de cultivo, costas, rios, bosques, o suburbios, ciudades milenarias y junglas de cristal, observando la única vida que tenemos reflejada en todos esos recuerdos que quedarán en nuestra memoria, y cómo una parte de nosotros quedará para siempre en todos los lugares y personas que hemos conocido.
Cada persona decide vivir la vida de una manera, en el mejor de los casos, en el caso en el que pueda. Mucha gente nos dice, y si os gusta tanto, ¿porqué no os váis a dar la vuelta al mundo durante varios años? …y nosotros decimos que aún no es el momento, ¿porqué? …porque queremos estar cerca de nuestra familia y además nos encanta nuestro trabajo, nos enamora descubrir el mundo en bicicleta pero también meternos en la piel de quien enseña a los demás a desarrollarse en sus vidas. Por ello siempre estamos de vuelta, y siempre emprenderemos una nueva ida, de momento, porque la vida es un océano y nunca sabes cuando subirá la marea ni cuando te golpearán las olas.
Cuando escribimos lo hacemos para todas las personas pero sobre todo para aquellos que solo pueden permitirse una, dos, tres semanas o tal vez más…para soñar despiertos sobre sus bicicletas. Compartimos con ellas nuestras experiencias, porque son tan hermosas que no queremos que nadie que pudiera y quisiera, pero que desconociera este tipo de aventuras, se quede sin vivirlas al menos una vez en su vida.
En unos dos meses tendremos un hijo, nuestro primer hijo, prepárate mundo, porque está de camino un nuevo cicloviajero.
Nunca dejéis de perseguir vuestros sueños.
¡Estamos de vuelta!
¡Feliz Navidad! …de todo el equipo de cienmilpedaladas: Beni, María …y Gabriel ; )
¿Qué podría pedirle a los reyes magos? es la pregunta que hacen que me haga año tras año, y año tras año igual, pero este año quiero pedirles algo especial, diferente…
No quiero otra bicicleta, las que tengo las mantengo y están bien, tampoco quiero ropa o complementos, considero que eso son cosas personales y yo se dónde tengo que ir a por ellas, tengo mis alforjas listas para partir de viaje en cualquier momento y las ganas y la ilusión para seguir viajando no me faltan.
No se impacienten sus majestades, aquí van mis deseos:
Me gustaría seguir teniendo ese TIEMPO disponible para viajar, no importa que alguna vez sea de menos días o en otras fechas distintas al verano, pero necesito sentirme libre, experimentar, que el viento acaricie mi cara a velocidad de crucero, seguir teniendo anécdotas para contar a las familias, pasar un poco de miedo al ir en el avión pero a la vez felicidad porque en su tripa va mi bici, conocer nuevas personas que viajan como nosotros y que en unos días se conviertan en personas especiales por compartir unas pedaladas juntos.
Quiero que siempre me acompañe mi otra parte, la que ha hecho posible que yo descubra esta manera de viajar sintiendo.
Pero para que mi deseo pueda seguir llevándose a cabo, me gustaría pedirles más vías verdes, que en las ciudades se construyan carriles bicis en condiciones o sendas compartidas con peatones.
Quiero que se respete a los ciclistas en las ciudades y en las carreteras, no quiero jugarme la vida cada vez que salgo y para ello es necesario y sería una buena idea que impartiesen en las escuelas, una asignatura de educación vial a los niños, que serán los conductores del mañana; penas más duras para aquellos conductores que cometen actos contra nosotros, son muchos ya los ciclistas que han perdido la vida en las carreteras y no podemos consentir ni uno más. No quiero que nuestras familias se queden en estado de nerviosismo hasta que nos ven llegar o llamamos para decir que llegamos bien de la ruta.
He recorrido miles de kilómetros, y los otros miles que aun pienso recorrer, gracias al proyecto eurovelo.org, y me gustaría que terminasen de proyectarlo y prepararlo, pero para ello tienen que contribuir a su desarrollo los diferentes países, y en España todavía no se ha comenzado a desarrollar. Es una iniciativa muy bonita que permite conocer Europa a través del cicloturismo.
¿Y a ti? ¿qué te pido a ti, mi rey mago particular?
Te pido que no me enseñes el mundo a través de libros, películas o Internet, ¡rueda conmigo y sigamos conociéndolo! ¡Gracias por invitarme un día a montar en bici!
Antes de irnos a la aventura… ¡nos queda muy poco! …el pasado viernes estuvimos en la tienda de «La bicicleta» de Badajoz, conversando con Fer sobre el próximo cicloviaje y capítulo de «Cien mil pedaladas: pedaleando por Europa» que comenzaremos dentro de solo…¡dos días!, y de curiosidades en general acerca de viajar en bicicleta.
Cómo sabéis, podéis buscar todo tipo de información navegando entre las distintas secciones y en el buscador de la página…ya que se quedaron muchas cosas en el tintero con las cosas del falso directo ; )
Os dejamos el video del ratito que echamos dividido en tres partes, para que lo podáis ver cuando queráis:
Hoy día 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer, en el cual se conmemora la lucha de la mujer, por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Es entrañable recordar ahora«Damas en Bicicleta: Cómo vestir y normas de comportamiento«, una guía publicada en 1897 para mujeres ciclistas. A día de hoy sería chocante, pero supuso un paso más en la lucha de la mujer por la igualdad, y es que la bicicleta se convirtió por aquel entonces en todo un símbolo de libertad para el sector femenino; un sector para el que suponía todo un desafío esta actividad.
Sí, hasta bien adentrado el siglo XX, y me atrevería a decir que a principios del sigo XXI, aún podíamos escuchar: ¡Mira una chica en bici!, como algo sorprendente, a día de hoy el mercado ya piensa en nosotras como inversión de futuro.
Pero no sólo hablamos de un ciclismo como afición, que es en el que la mayoría nos enmarcamos, sino también profesional; un ciclismo que ya no nos mira como floreros, sino como participantes.
El Tour de Francia, una prueba ciclista por excelencia, se abrió a la participación femenina en el año 2006. Con una duración de una semana, y disputándose año tras año desde entonces, está considerada como una de las carreras por etapas más importante del calendario internacional. Pero sus inicios no son tan actuales, ya que la primera carrera por etapas femenina se celebró en 1955, aunque la segunda no se disputaría hasta el año 1984, entrando en una veloz decadencia hasta nuestros días, hasta aquel lunes 8 de agosto de 2006 en el que arrancó la primera etapa del primer Tour de Francia en la modalidad femenina. Aún así, es lamentable la poca repercusión que tiene, a pesar de su prestigio dentro del deporte femenino.
Pero no nos quedemos con lo negativo, sino con todo lo positivo, porque en este sentido las ciclistas vamos encontrando nuestro sitio al lado de nuestros compañeros, ya que sobre una bicicleta hemos demostrado que no existen las diferencias.
Me gustaría recordar en este día a mujeres que se adelantaron a sus tiempos y que nos enseñaron con su ejemplo, como Annie Londonderry, la primera mujer cicloturista, que a pesar de no haber montado nunca en una bicicleta se aventuró a pedalear rumbo hacia diversos lugares haciendo publicidad a una empresa. Más tarde en su primer libro destacó sentirse tras su aventura como una nueva mujer.
Otros nombres como el de la considerada mejor ciclista española, Joane Somarriba; la ciclista francesa Jeannie Longo, 13 veces campeona mundial de ciclismo, Judith Arndt, la reina mundial de la contrarreloj y otras tantas que podría seguir nombrando.
Pero sobre todo y en este día de mujeres, me gustaría hacer una mención especial a todas aquellas que como yo se liaron un día la manta en la cabeza y salieron con su bici a disfrutar, a vivir esta aventura del ciclismo, a soñar despiertas porque cada vez somos más las que nos animamos a pedalear y seremos más y muchas más. Y estos gestos, aunque creamos que son pequeños, influirán positivamente en las generaciones venideras.
Un abrazo muy fuerte a todas las chicas que como yo nos subimos a una bicicleta para hacer sueños realidad, y para sentir mientras pedaleamos la más profunda libertad.
Inmersos este verano en el corazón del Parque Natural Regional de Las Landas de Gascuña, mientras pedaleábamos por la región de Aquitania, en el sur de Francia, nos emocionamos al encontrarnos en la pista ciclable Mios-Bazas con los amigos de la asociación ÁreAdaptada, unas personas realmente maravillosas con una admirable iniciativa con las que tuvimos el placer de compartir un buen número de kilómetros hasta los lagos de Hostens, donde nos despedimos para continuar nuestro camino hacia la costa atlántica.
Así fue como conocimos a Albert Font, responsable de la asociación , el cual nos explicó en que consistía la labor de la misma, y a todo el grupo de grandes y valientes genios que le acompañaban, personas encantadoras con algún tipo de discapacidad y con muchísimas ganas de conocer mundo sobre sus bicicletas adaptadas.
Desde nuestro blog queríamos dar a conocer la hermosa labor de esta asociación y difundir la existencia de este tipo de actividades para que las personas que sufren algun tipo de discapacidad y que no sepan que se realizan actividades así pudíesen planteárselo y animarse. Para ello le pedimos a Albert su colaboración, como persona emprendedora y admirable en este campo, el cuál redactó el grueso de este artículo. Os dejamos con sus palabras. ¡Muchas gracias por todo Albert! Preparar una actividad de viaje para usuarios de bicis adaptadas…o no… (Por Albert Font)
¿Qué es una bici adaptada?
Es un modelo de bici que la usan personas con alguna discapacidad o diversidad funcional y está adaptada a su nivel de movilidad.
Las personas con lesión medular que no pueden pedalear con los pies, utilizan bicis de manos o handbikes.
Otras personas que pueden andar pero tienen afectada una parte lateral de su cuerpo a causa de una hemiplejía o similar, pueden ir en una bici que no es “una bici adaptada”, sino que es sencillamente una bici reclinada de tres ruedas.
Estos modelos son estándar y quizá requieran otras pequeñas “adaptaciones”, como por ejemplo, en el caso de que la persona usuaria de la misma tuviese una tendencia a girar el pie en el pedal hacia un lado u otro, se buscaría una solución instalando unos pedales automáticos con calas para forzar al pie a estar en la postura correcta. En casos más severos se pueden adaptar pequeñas planchas de aluminio atornilladas al pedal que actúan como férulas sujetadas a la pantorrilla del usuario con unas cintas de velcro, todo ello para ayudar a mantener al pierna lo más recta y perpendicular posible respecto al plano del pedal.
Existen multitud de soluciones y adaptaciones para cada tipo de discapacidad. Se puede cubrir casi cualquier tipo de diversidad funcional… aunque, no nos engañemos, a veces a un coste nada barato.
¿Cómo preparamos una actividad para personas que se desplazan en bici adaptada?
Excluyendo los casos del ciclismo de competición en los que suelen rodar por asfalto y con unas bicis que no tienen nada que ver con las del resto de los mortales… las actividades y rutas en bici adaptada que proponemos en Areadaptada son casi siempre para disfrutar de la bici y de la naturaleza, pudiendo incluir partes urbanas en las que también disfrutar del turismo más conocido.
Se busca siempre que se pueda: que sean rutas que transiten por un entorno natural; que sean rutas en zonas llanas o de llano-bajada; que sean rutas bonitas.
La mayoría de los participantes suelen ser “animales de oficina”, o sea, personas que dada su dedicación al trabajo quizá no pueden entrenar más que una vez o dos por semana. El ciclismo adaptado de por sí es un deporte que puede llegar a ser bastante duro según el terreno en el que nos adentremos, teniendo en cuenta que las bicicletas que se utilizan no son nada ligeras (una handbike puede pesar alrededor de 25 kg).
Todo ello nos lleva a plantear un uso deportivo de las bicis en rutas que favorezcan una experiencia positiva, que no exijan un desgaste físico excesivo y que nos preserven de las lesiones… al día siguiente hay que volver al trabajo sanos y salvos, y con un buen recuerdo de una actividad física inolvidable y un resultado emocionalmente enriquecedor.
En la parte logística hay que tener en cuenta los desplazamientos. La mayoría de las veces las rutas no son circulares y si se realiza una ruta de 50 o 60 km sin posibilidad de volver fácilmente al punto de origen hay que organizar un sistema de vehículos de apoyo. Estos también sirven para transportar las sillas de ruedas de los participantes y como coches escoba por si hay averías o se precisa de cualquier asistencia.
¿Son actividades exclusivas?
La ideología básica de todos los amigos de ÁreAdaptada es hacer siempre actividades inclusivas. Nunca hemos hecho una actividad solo para personas con discapacidad. En las rutas, viajes o salidas de fin de semana procuramos que haya al menos un 50% de personas con discapacidad y un 50% de personas “bípedas” o sin discapacidad.
¿Cuál es el “tono” de los participantes?
Entre todos y todas solemos “inyectar en vena” buen rollo, buen clima y mucha amistad, camaradería y colaboracionismo en todo. Si no hay un tono así, no se podrían llevar a cabo este tipo de actividades ; )
Albert Font, ÁreAdaptada Associació.
Si quiéres participar de una u otra manera en las diferentes actividades que se realizan desde ÁreAdaptada puedes ponerte en contacto con ellos a través del siguiente formulario de contacto (aquí).
Además, puedes seguir su actividad e interactuar con ellos en su página de Facebook (aquí).
Como prueba del dinamismo de esta asociación, en estos días (29, 30 y 31 de octubre), un grupo de 24 valientes amigos y amigas de ÁreAdaptada se encuentran pedaleando a lo largo del Parque Natural de Bardenas Reales (Navarra) realizando rutas en sus bicis adaptadas y no adaptadas ¡por unos parajes impresionantes!
Si estás leyendo este artículo, acabas de descubrir que se están realizando este tipo de actividades, y te ha entrado unas ganas enormes de aventurarte en una de ellas… ¿a qué estás esperando? …la vida es el momento, aunque estemos hechos de millones de ellos.
A nuestros amigos de ÁreAdaptada Associació, con todo nuestro cariño, del equipo de Cien mil pedaladas.
Güstrow (Alemania).
26 de agosto de 2014.
Rodaje de Cien mil pedaladas: Cruzando la R.D.A. (Praga – Berlin – Copenhague)
Tras varias noches pasando frío a finales de agosto en los campings del norte de Alemania, con temperaturas nocturnas de unos 5ºC o 6ºC, llegamos a Güstrow, bonita ciudad en la que habíamos reservado un hostal. Con un mapa de la ciudad algo confuso, sólo gracias a la ayuda de sus vecinos conseguimos llegar al lugar sin problemas, en una muestra de solidaridad y afecto por el cicloturista que quedó para siempre en nuestra memoria.
“Es difícil derrotar a quien nunca se da por vencido” Babe Ruth.
En mi vida muchas cosas se resumen aquí; desde que conocí a Beni me atrapó su manera de vivir la vida, el amor hacia su bicicleta, sí amor, pasión,… llamarlo como queráis, pero es un sentimiento fuerte y yo estaba decidida a experimentarlo.
¡Hola! Soy María, la otra parte que hace posible “Cien mil pedaladas” y como muchas mujeres en el mundo puedo decir que soy cicloviajera y que me encanta.
Pero cuando empecé no todo fue un camino de rosas, en principio, porque no montaba en bici desde bien pequeña y aunque digan que nunca se olvida, permitidme que lo dude… Yo era demasiado patosa, pero tras muchos intentos y ganas de dejarlo, no desistí hasta que lo conseguí, conseguí manejarme con la bicicleta, por supuesto en terreno llano y alquitranado, todo sencillito. Si estas en la misma situación, aquí tienes unos consejos para aprender a montar en bicicleta.
Tras esto, Beni me regaló mi primera bicicleta, cosa que me emocionó bastante, he de decir que aprendí con una de chico que me prestaron, y claro, cuando probé mi bici, era otro mundo, se nota mucho el sillín. Aún recuerdo como si fuera ayer mis primeros 10 kms, como llegué a casa destrozada sintiéndome las piernas como si me fueran a fallar en cualquier momento y ni que decir tiene el pompi al día siguiente…
Paseo tras paseo se fue haciendo más fácil, menos doloroso y más divertido, cada día era un nuevo reto para mí, el hacer x kilómetros, subir la dichosa cuesta de camino a casa, el levantar las manos del manillar o incluso ponerme de pie en la bici, cada día era nuevo para mí, pero tenía mi meta, quería sentirme bien en mi bicicleta y dar el salto a poder viajar.
Mi primer viaje a través de la Vía de la Plata hasta Baños de Montemayor fue una experiencia dura pero que me hizo sentir cosas que nunca antes había sentido, mi primera vez por caminos, (si…¡una auténtica locura!), yo lo hice por una promesa a Beni con respecto a un trabajo que nos traíamos entre manos por aquel entonces. Hoy que ya han pasado algunos años, puedo confirmar que aquel viaje cambio mi vida para siempre, convirtiéndose en un punto muy importante que me llevaría a aventurarme a viajar con mi bicicleta por Europa.
Muchos países sobre mi bicicleta, miles de kilómetros con el único motor de mi corazón en mis piernas, miles de experiencias buenas y menos buenas, mucha gente en el camino y Beni siempre a mi lado (bueno reconozco que muchas veces delante para quitarme las inclemencias del tiempo, jeje…).
Todo esto es lo que yo concibo como la chispa de la vida, y lo mejor es que cualquiera que se lo proponga puede hacerlo.