Ayer completamos la primera etapa íntegra en tierras alemanas de este cicloviaje, caracterizada por un cambio significativo en el paisaje, y por la ondulación del terreno.
Atrás quedaron las montañas de los Alpes, cuyas siluetas aún se veían en la distancia, y entrábamos en una zona mucho más abierta, dominada por el regadío y sus campos de cereal.
Al comienzo de la mañana dejábamos el lago Chiem para volver a Rosenheim y encontrarnos de nuevo con el rio Eno, para seguir al norte siguiendo sus caminos de sirga, que en muchas ocasiónes transitaban por lo alto de diques de contención.
En la foto Steven Spielberg, director de «Cien mil pedaladas: pedaleando por Europa» con sus cámaras deportivas, para llevaros estos rincones a vuestras casas y animaros siempre a la aventura ; )
El trayecto transcurriría junto al río y sus canales hasta llegar al pueblo de Griesstät, donde la ruta se separa del rio dando a conocer pequeños pueblitos repletos de granjas, cuya actividad principal es la agricultura.
A partir de aquí, los márgenes del rio se vuelven abruptos, con una infinidad de montes arbolados que muetran un nuevo paisaje con preciosas vistas, y endureciendo el recorrido de la ruta con rampas de hasta el 15%.
Claro ejemplo de este paisaje es la bonita ciudad de Wassenburg, donde por logística y por su belleza finalizamos la etapa. Por logística dos motivos, el terreno con contínuos repechos que caracteriza la zona, y el principal: porque no hay campings en muchos kilómetros en toda la zona y al ser una ciudad grande y turística ésta dispone de muchos alojamientos.
A lo largo del día de hoy, de nuevobun día soleado, recorreremos la zona más complicada de la cicloruta del Eno, sería la que podríamos llamar etapa reina de montaña, pero seguro que con unas radler (en alemán: cerveza de ciclista) la hacemos sin problemas ; )
Saludos y abrazos enormes,
Beni y María.
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